Mind – FOOL – Ness
La primera vez que asistí a una meditación fue hace 7 años atrás. Trabajaba en la oficina de marketing de una empresa multinacional. Mientras salía de una reunión hacia mi escritorio pasaba por las oficinas donde estaban las más veteranas de la empresa y no era la primera vez que las veía reírse a carcajadas. Apenas las vi pensé si en algnos años más podría ser yo quien estuviera ahí sentada. Sería este el trabajo que despertaría en mi la pertenencia por tantos años como ellas? Serían felices? Mientras buscaba la respuesta, me asustaba preguntarme cómo habían podido pasar tantos años de sus vidas repitiendo una y otra vez cada uno de sus días, semanas, meses hasta llegar a los 60 y largos, vestidos de uniforme en sus oficinas. Supuse que en algún tiempo lo entendería mejor. Mientras pensaba esto, se me cruzaban continuamente pensamientos de todo lo que tenía que hacer en mi escritorio, la lista era interminable: enviar un mail, reunirme, generar otra reunión, crear un presupuesto, contratar un proveedor, aaaaaaah! y no olvidarme de comer, mi estómago empezaba a querer gritar! Entonces retomaba…me picaría algún día el bichito de perpetuidad en alguno de los trabajos como ellas? y para tantos años? ¿Era esa la rutina que elegía? Ellas más de una vez me habían mostrado orgullosas su medalla de 30 y 35 años de trabajo en la empresa. De cierta forma anhelaba poder sentirlo así de correspondido para mí y mi futuro. Mientras me convencía intentando creer que ese deseo llegaría algún día, se acercó mi jefa a avisarme que la actividad daba comienzo.
Captured in the Outside World
Llegaba tarde, entré tan rápido que todos dieron vuelta para mirar mis pasos atropellados. La compañera que daba la charla comenzó contándonos de la importancia de la respiración y hablaba muy lentamente ¿Cómo podía hablar tan despacio? Con todo lo que tenía yo para hacer en la oficina?? tantos pendientes! ¿Qué estaba haciendo en una reunión de meditación? ¿Qué era eso? Tampoco creía tener tiempo para poder aplicarlo. Qué pérdida de tiempo!! Solo sabía que estaba allí porque mi jefa lo había pedido.
Todos estaban muy callados, escuchaban atentamente, yo también parecía escuchar pero por dentro, mí la cabeza no dejaba de pensar: que planes para la noche, mis amigas, mi novio, las reuniones, las veteranas, qué me pondría esta noche, una ametralladora incansable de pensamientos. Mi cabeza pasaba de un tema a otro como si estuviera entrenada para eso, ¡sin siquiera resolver! Parecía que la meta fuera pensar la mayor cantidad de cosas en cada uno de los segundos que estuviera consciente.
Entonces la charla seguía, parecía que nos estaba induciendo a concentrarnos en la respiración, muy lenta, y con los ojos cerrados. Yo, no solamente espiaba con ojos entreabiertos, sino que entre todos mis pensamientos me olvidaba de concentrarme en la respiración guiada.
El siguiente paso nos inducía a quedarnos completamente inmóviles, sin mover siquiera las pestañas, quietos, entregados, calmos. Todos parecían seguirla, y tanto silencio me permitió ver que mis piernas no dejaban de moverse, mis rodillas estaban imparables. Todos podían seguir las indicaciones, pero para mí los pendientes seguían desfilando sin descanso. Ya el salón estaba inmerso en un absoluto silencio y concentración, lo único que se escuchaba era mis golpecitos. Parecía que me ahogaba intentando controlarlos y mis ojos no podían cerrarse, imposible concentrar a mi mente. Comencé a sentir que con mi incomodidad molestaba al resto de mis compañeros. No quería desconcertarlos, pero yo no podía lograr el cometido de la tarea. Un tanto frustrada por la situación, me levante en silencio y me dirigí nuevamente a mi escritorio. Ahí todo era conocido y fácil de retomar.
Todos estaban muy callados, escuchaban atentamente, yo también parecía escuchar pero por dentro, mí la cabeza no dejaba de pensar: que planes para la noche, mis amigas, mi novio, las reuniones, las veteranas, qué me pondría esta noche, una ametralladora incansable de pensamientos. Mi cabeza pasaba de un tema a otro como si estuviera entrenada para eso, ¡sin siquiera resolver! Parecía que la meta fuera pensar la mayor cantidad de cosas en cada uno de los segundos que estuviera consciente.
Entonces la charla seguía, parecía que nos estaba induciendo a concentrarnos en la respiración, muy lenta, y con los ojos cerrados. Yo, no solamente espiaba con ojos entreabiertos, sino que entre todos mis pensamientos me olvidaba de concentrarme en la respiración guiada.
El siguiente paso nos inducía a quedarnos completamente inmóviles, sin mover siquiera las pestañas, quietos, entregados, calmos. Todos parecían seguirla, y tanto silencio me permitió ver que mis piernas no dejaban de moverse, mis rodillas estaban imparables. Todos podían seguir las indicaciones, pero para mí los pendientes seguían desfilando sin descanso. Ya el salón estaba inmerso en un absoluto silencio y concentración, lo único que se escuchaba era mis golpecitos. Parecía que me ahogaba intentando controlarlos y mis ojos no podían cerrarse, imposible concentrar a mi mente. Comencé a sentir que con mi incomodidad molestaba al resto de mis compañeros. No quería desconcertarlos, pero yo no podía lograr el cometido de la tarea. Un tanto frustrada por la situación, me levante en silencio y me dirigí nuevamente a mi escritorio. Ahí todo era conocido y fácil de retomar.
Reset the Mind for NOW
En todo lo que hacía, yo no estaba presente. Había perdido la capacidad de disfrute del ahora. Cuando recuerdo estos momentos después de haber hecho cursos de meditación y yoga sonrío con mucho cariño. Gracias a esa yo, es que pude tomar este nuevo camino.
Entre tantos pensamientos y responsabilidades que tenemos hoy en día, parece un camino fácil la idea de seguir motorizados en lo que tenemos que hacer y no detenernos a escucharnos. Nuestra atención pasa a estar focalizada en el exterior.
La mente tiene la capacidad de abarcar todos los supuestos y contrapuestos de cada uno de nuestros pensamientos. Proponernos controlarla es un camino poco sencillo pero si gratificante que comienza con escucharnos más y mejor. El foco de atención está dentro nuestro, para poder mantenernos centrados y viviendo en el presente. Pensar, repensar y suponer desgasta nuestra energía limitada cada día. Cuantas veces estamos en el trabajo pensando en la familia? Y cuantas veces estamos en la familia pensando en el trabajo? Este círculo es interminable! Al controlarlo, cada acción nos demanda el 100 % de nuestros sentidos que resultan en mayor productividad y optimización de la energía limitada que contamos.
Entre tantos pensamientos y responsabilidades que tenemos hoy en día, parece un camino fácil la idea de seguir motorizados en lo que tenemos que hacer y no detenernos a escucharnos. Nuestra atención pasa a estar focalizada en el exterior.
La mente tiene la capacidad de abarcar todos los supuestos y contrapuestos de cada uno de nuestros pensamientos. Proponernos controlarla es un camino poco sencillo pero si gratificante que comienza con escucharnos más y mejor. El foco de atención está dentro nuestro, para poder mantenernos centrados y viviendo en el presente. Pensar, repensar y suponer desgasta nuestra energía limitada cada día. Cuantas veces estamos en el trabajo pensando en la familia? Y cuantas veces estamos en la familia pensando en el trabajo? Este círculo es interminable! Al controlarlo, cada acción nos demanda el 100 % de nuestros sentidos que resultan en mayor productividad y optimización de la energía limitada que contamos.
El PRANA es la energía vital que fluye por nuestro cuerpo a través de miles de canales sutiles de energía que se llaman “NADIS” y por nuestros centros de energía llamados CHAKRAS. Una de las principales fuentes del Prana es la respiración. La cantidad y calidad de Prana que fluye por nuestros centros de energía es lo que determina nuestro estado de mente, yo lo llamo el espejo de la mente. Mientras el nivel de Prana es alto y fluye continuamente nuestra mente está calma, positiva y entusiasta. El bloqueo del Prana afecta directamente nuestra ansiedad, genera negatividad y permite que nos descentremos y vuelvan desordenadamente los pensamientos ametralladores. Estos bloqueos o cualquier problema se genera primeramente en nuestro cuerpo sutil, para después si aparecer a nivel más superficial y/o físico y nos enfermamos.
Nuestro estilo de vida tiene un profundo impacto en la fuerza vital que corre en nuestro cuerpo. Las actividades, alimentación, horarios ejercicios y sueño, todo esto tiene un efecto directo en el flujo de nuestro PRANA. Las facultades de la mente como los pensamientos, emociones e imaginación tienen un efecto aún mucho mayor. Las irregularidades de nuestros estilos de vida, el stress y dietas inadecuadas nos llevan a que nuestro Prana se quede obstruido. El resultado es que las personas experimentan la falta de energía. La falta de ella en un Prana particular nos lleva a la desvitalización de los órganos, enfermedades o disfunciones.
Las técnicas de pranayama trabaja para revertir estos procesos, energizando y balanceandola. Lo ideal es practicarlo en un programa integral de Yoga, para alcanzarlo en todos los niveles no solamente mental o físico.
La respiración profunda, lenta y rítmica estimula y es estimulada por la calma continua en la mente. Una respiración irregular obstruye los ritmos del cerebro y lleva a bloqueos físicos, mentales y emocionales llevando a conflictos internos, desbalances emocionales y alimenta internamente un estilo de vida desbalanceado. El Pranayama establece patrones regulares de respiración que nos permiten conocernos mejor y que revierten este círculo o proceso negativo. Esto lo hace hacemos tomando control de nuestra respiración y re estableciendo el estado natural y relajado de nuestra mente en sintonía con nuestro cuerpo.
Si bien la respiración es un proceso inconsciente, el control consiente de ella podemos hacerlo en cualquier momento. Genera también un puente entre lo consiente y lo inconsciente de nuestra mente. La práctica continua de Pranayama permite desbloquear la enerría atrapada y la libera para transformarla en creatividad y actividad positiva.
Los efectos de pranayama a largo plazo permiten una vida más prolongada y una respiración lenta mantiene el corazón sano, incrementando la vitalidad y energía cada día.
La visión integral del prana como fuente vital y la sinergia que genera como espejo de nuestra mente a través de la respiración es sin dudas la mejor herramienta que tenemos a nuestro alcance para estar viviendo en el presente, centrados, con nuestra conciencia y sentidos en el mayor nivel de atención. Es una excelente forma de empezar!!
Existen varios tipos de respiraciones o Pranayamas que nos preparan y entrenan para poder dominar nuestra mente y poder ahondar en nosotros mismos. Las Asanas o posturas del Yoga nos preparan el cuerpo para poder a través del Pranayama llegar a la meditación.
Nuestro estilo de vida tiene un profundo impacto en la fuerza vital que corre en nuestro cuerpo. Las actividades, alimentación, horarios ejercicios y sueño, todo esto tiene un efecto directo en el flujo de nuestro PRANA. Las facultades de la mente como los pensamientos, emociones e imaginación tienen un efecto aún mucho mayor. Las irregularidades de nuestros estilos de vida, el stress y dietas inadecuadas nos llevan a que nuestro Prana se quede obstruido. El resultado es que las personas experimentan la falta de energía. La falta de ella en un Prana particular nos lleva a la desvitalización de los órganos, enfermedades o disfunciones.
Las técnicas de pranayama trabaja para revertir estos procesos, energizando y balanceandola. Lo ideal es practicarlo en un programa integral de Yoga, para alcanzarlo en todos los niveles no solamente mental o físico.
La respiración profunda, lenta y rítmica estimula y es estimulada por la calma continua en la mente. Una respiración irregular obstruye los ritmos del cerebro y lleva a bloqueos físicos, mentales y emocionales llevando a conflictos internos, desbalances emocionales y alimenta internamente un estilo de vida desbalanceado. El Pranayama establece patrones regulares de respiración que nos permiten conocernos mejor y que revierten este círculo o proceso negativo. Esto lo hace hacemos tomando control de nuestra respiración y re estableciendo el estado natural y relajado de nuestra mente en sintonía con nuestro cuerpo.
Si bien la respiración es un proceso inconsciente, el control consiente de ella podemos hacerlo en cualquier momento. Genera también un puente entre lo consiente y lo inconsciente de nuestra mente. La práctica continua de Pranayama permite desbloquear la enerría atrapada y la libera para transformarla en creatividad y actividad positiva.
Los efectos de pranayama a largo plazo permiten una vida más prolongada y una respiración lenta mantiene el corazón sano, incrementando la vitalidad y energía cada día.
La visión integral del prana como fuente vital y la sinergia que genera como espejo de nuestra mente a través de la respiración es sin dudas la mejor herramienta que tenemos a nuestro alcance para estar viviendo en el presente, centrados, con nuestra conciencia y sentidos en el mayor nivel de atención. Es una excelente forma de empezar!!
Existen varios tipos de respiraciones o Pranayamas que nos preparan y entrenan para poder dominar nuestra mente y poder ahondar en nosotros mismos. Las Asanas o posturas del Yoga nos preparan el cuerpo para poder a través del Pranayama llegar a la meditación.